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jueves, 5 de junio de 2014

La vida sigue igual

Se cumple un mes de haber tomado la decisión de abandonar, en cierta medida, Facebook.El abandono o cierre de mi cuenta es parcial: sigue existiendo en el universo Facebook mi página, cualquier persona que me busque me puede encontrar etc.De vez en cuando echo un vistazo, hago algún comentario menor en un Post ajeno o doy un discreto "like". Salvo por una crónica que hice desde este mismo blog sobre el simposio del XX Aniversario del MADC, no he subido una sola foto,ni he posteado nada a título personal.Las únicas fotos que efectivamente pudieran aparecer en mi muro, se originan en fotos que terceros suben.
En estas cuatro semanas de volver al " face" como un fantasma, me doy cuenta de lo mucho que tiene en común con la vida real, y al mismo tiempo, de lo abismalmente diferente que resulta al final de cuentas.La gente sigue con sus vidas, exactamente como debe suceder cuando uno abandona este mundo.Fotos de viajes, de fiestas, autorretratos ( hoy llamados " selfies") de grupos, paisajes,gatos y perros siguen desbordando las páginas del FB.Las letanías de los obsesos no paran en ningún momento : aquel  sigue obsesionado con manifestar su militancia y activismo desde todas las trincheras,otros y otras están convencidos de ser autoridades en campos tan dispares como la economía, los derechos humanos y la política, y siguen manifestandose desde las alturas de sus púlpitos imaginarios.Pululan las pinturas atroces y los poemas infumables.Los hijos e hijas de todos se convierten en princesas y muñequitos divinos, fotografiados en todas las circunstancias posibles.Los que no tienen hijos,  inundan sus muros con fotos de perros y gatos.Siguen las invitaciones a agradecer a Jesus y a Dios por cualquier cosa.Algunos no han modificado sus fotos de perfil desde el día que abrieron sus cuentas mientras que  otros y otras las cambian casi a diario e inclusive dos veces al día.La vida sigue igual.
Es absolutamente posible una vida fuera de la realidad que propone el FB.Y lo anterior, con todo el aire de perogrullada que encierra, podría en realidad  parecerle imposible a las personas que suben  a sus muros tres o cuatro " posts" por  hora, y esperan impacientes los comentarios o los " likes". Existen usuarios más moderados y están también los que tan sólo mantienen un perfil activo, pero no participan de ninguna manera.Como cualquier adicto que trata de dejar una adicción, tendría que confesar que en un momento dado, me encontré entre aquellos que subían mínimo un comentario diario, una foto o publicaba un punto de vista.Deseo de todo corazón creer que llevo una vida real, que mis interacciones con la gente son tan concretas como el olor de sus perfumes, su aroma a tabaco, sus malos humores o sus sonrisas. Aún así, se puede entrever una vida alternativa, vicaria, que es concretamente la que proyecta el FB.Inclusive podría pensarse que algunos perfiles reflejan a individuos cuyas existencias en FB han sustituido a las personas de carne y hueso que han sido alguna vez.
Lo otro fascinante es comprobar como esta plataforma nos ha convertido a todos en cronistas.Muchos usuarios se dirigen con toda naturalidad en sus " posts" a una audiencia imaginaria: a partir de los comentarios que reciben o de los "likes", se saben poseedores de un grupo de lectores.
Existen opiniones muy informadas, a no dudarlo.Pero constituyen una fracción minúscula.El grueso del contenido es idéntico en banalidad y estulticia a la vida misma.Anteriormente, existieron los archiconocidos álbumes de fotos, en los que exhibíamos aquellas imágenes de reuniones familiares memorables, paseos o la foto de cuando se adquirió el primer carro, nos graduamos del kinder, el colegio o la U.Eran tesoros familiares que mostrábamos de vez en cuando a invitados, amigos o nuevas relaciones.Portando una cámara en cada teléfono, el usuario de FB deviene en el paparazzi de su propia vida, y dependiendo de cada cual, no hay momento, actividad o acción que no sea digna de registrar y " subir" inmediatamente.
Yo lo hice.Todos los que estamos apuntados a este juego, lo hacen.De pronto resulta saludable  cuestionarnos porque estamos haciendo esto, y luego, si es necesario.No hacerlo implica aceptar una conducta adocenada, borreguil y acrítica. La manipulación de la sociedad de la información es mucho más sofisticada que la que ejerce la de consumo, pero no es menos real.Aqui consumimos la información banal de los demás y producimos la propia.Quizas haya sido siempre igual, pero existen diferencias enormes: anteriormente NO quedaban registradas PÚBLICAMENTE, no  se acumulaban y durante el intercambio de ésta información, se daba el trato directo, real con las personas.
Cambia la tecnología y cambiam hábitos, costumbres y conductas.Es inevitable.Pero no implica una mejoría en la calidad de vida, y ejemplos de ello los tenemos en muchas innovaciones tecnológicas que trastornan hábitos de desplazamiento, alimentación etc.
Cuando uno va a cerrar la cuenta, Facebook incluye un pequeño listado de opciones por las cuales estamos haciendo esto.Sobresalen a mi parecer, dos: 
- Es temporal, volveré 
- Estoy pasando demasiado tiempo aquí.
Las puertas siguen abiertas, nos dice el FB.Y también están dispuestos a concedernos la posibilidad de abusar del uso de este espacio.Casi predicen que tarde o temprano regresaremos de una forma u otra.En un sondeo realizado por el semanario El Financiero, Facebook aparece con un abrumador 97% de utilización por parte del usuario tico, contra un 1,5% de Twiter , un 1% de Instagram y un 0,5% de Google +.El usuario permanece en FB un promedio de 105 minutos diarios y son en su inmensa mayoría, gente por debajo de los 54 años.Un 57% de usuarios de internet en la GAM utiliza FB.
A menos que uno decida aislarse por completo, invisibilizarse y desaparecer para el resto del mundo, cada día se vuelve más difícil no contar con un perfil en esta red.Existen además usuarios que verdaderamente pueden aportar información que nos resulta desconocida y que es provechosa.
Definitivamente, no cerraré mi perfil pero estoy decidido a re-educarme en su uso y mantener una actitud critica respecto a la conducta que yo mismo manifieste como usuario.

1 comentario:

  1. Estoy a favor de lo que estás en contra y en contra de lo que estás a favor, pero llevás razón en decir: "la vida sigue igual" y aquí no pasó nada.
    Esto me recuerda que hace rato no conversamos ni por teléfono!

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